El pasado 15 de junio el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, con el fin de evaluar conjuntamente el estado actual de las negociaciones sobre la futura relación entre Gran Bretaña y la Unión Europea.
Tal y como el premier vino anunciando semanas antes, trasladó a los líderes del Unión la decisión del ejecutivo británico de que el Reino Unido no solicitará ninguna prórroga del periodo de transición, el cual finaliza a final de este año, pese a las dificultades ocasionadas por la propagación y evolución de la COVID-19 en el continente europeo y la momentánea paralización de gran parte de las estructuras administrativas de las partes.
Los líderes se felicitaron por las constructivas reuniones bilaterales mantenidas sobre la futura relación celebradas bajo la dirección de David Frost y Michel Barnier, los negociadores principales de las partes. Además, también se quiso destacar la resiliencia de los equipos negociadores para mantener el plan establecido a pesar de las dificultades derivadas de la COVID-19, lográndose completar cuatro rondas de negociación.
A pesar de la buena marcha, las partes han decido dar a las negociaciones un nuevo impulso que ayude a alcanzar el objetivo antes de final de año. Por ello, se ha apoyado el plan acordado por los negociadores para intensificar las conversaciones en julio y crear condiciones más propicias para concluir y ratificar un acuerdo antes de finales de 2020.
Todos los asistentes subrayaron el mayor de sus compromisos para lograr alcanzar un acuerdo que asegure una relación entre las partes que beneficie sin distinción a los ciudadanos europeos y británicos.