La negociación del acuerdo de salida del Brexit ha entrado en su fase final. Las próximas tres semanas son decisivas pues hay muy poco margen para cambios y para los trámites y son muchos intereses a gestionar.
A priori, algunos de los puntos más relevantes del texto acordado han sido que tanto los ciudadanos británicos residentes en algún Estado Miembro, cerca de un millón, como ciudadanos europeos que estuvieran viviendo en Reino Unido, más de tres millones, tendrán sus derechos garantizados durante un plazo de transición que finalizará el 31 de diciembre de 2020. Durante ese plazo de transición, Reino Unido quedará sujeto a las leyes comunitarias y las obligaciones que estas conllevan. En cuanto al problema de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, la solución alcanzada ha sido diseñar un plan de contingencia que se activaría una vez transcurrido el periodo de transición si no se llegara a un acuerdo entre las partes. En dicho plan de contingencia se prevé que Reino Unido seguiría formando parte de la unión aduanera.
En caso de no llegar a un acuerdo antes del 31 de diciembre de 2020, una única prórroga del periodo de transición podría ser solicitada. Para Gibraltar se ha creado un protocolo específico que establece unas bases de cooperación administrativa, policial y aduanera entre Reino Unido y España. En materia de obligaciones financieras, Reino Unido deberá responder ante los compromisos a los que llegó cuando era Estado Miembro.
Tras la firma del acuerdo, han sido varias las diferencias políticas no resueltas, por lo que se ha establecido que en caso de que las diferencias persistan, un panel de arbitraje resolverá los conflictos, salvo que se funden en la interpretación de la legislación europea, caso en el que el encargado de resolver la disputa será el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Tampoco ha incluido una regulación sobre las relaciones comerciales entre la UE y Reino Unido. Por lo que se deberá pactar un nuevo acuerdo en la materia antes del fin del periodo de transición, para evitar la puesta en marcha de los planes de contingencia nombrados anteriormente.