El conflicto entre Facebook y el gobierno australiano ha vuelto a hacer emerger el tema de los derechos de autor en la agenda pública. Tras la decisión del Parlamento australiano que obligará a esta red social y a Google —ambas compañías estadounidenses— a pagar por difundir contenido informativo de los medios de comunicación, el foco se pone ahora en Europa: cómo garantizar que se siga produciendo información de calidad y que ésta circule libremente distribuyendo los beneficios que genera en las grandes plataformas digitales como Google, Facebook o Twitter.
En la Unión Europea, Francia es el país que está marcando el debate, ya que es el único miembro que está aplicando la directiva europea sobre los derechos de autor. En este sentido, los medios franceses han anunciado acuerdos con Google, mientras siguen en conversaciones con Facebook y otras plataformas para solventar este punto.
La normativa europea
En el contexto europeo, el antecedente fundamental es la Directiva de Derechos de Autor y Derechos Afines aprobada por la Unión Europea en abril de 2019, completada el pasado diciembre por la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA).
Este nuevo conjunto de normas europeas ha de reconducir el papel de las publicaciones de los medios de comunicación en las plataformas digitales. Pocos meses después de aprobada la Directiva europea 2019/790, el Parlamento francés modificó en julio de 2019 la ley de propiedad intelectual para garantizar que las plataformas digitales compartieran los ingresos generados por la difusión en ellas de noticias de información política y general.
Francia lleva la delantera
A finales de enero de 2021, la Alliance de la Presse d’Information Générale (APIG) llegó a un acuerdo con Google acerca las condiciones de retribución a los editores franceses. La agencia británica Reuters publicó que ese acuerdo se había concretado en un pago de 76 millones de dólares por tres años a 121 medios franceses por usar el contenido informativo para su nuevo Google News Showcase respetando la legislación francesa y europea.
En Francia, Facebook no se atrevió a dar un portazo como el que dio en Australia al bloquear el acceso a las noticias en la red social a mediados de febrero, ni tampoco ha planteado un pulso como el de Google ante los medios franceses, por lo que el acuerdo con Facebook podría estar cerca.
En España, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que entonces dirigía José Ignacio Wert incluyó en la actualización de la Ley de Derechos de Autor de 2014 la compensación a las empresas informativas por la reproducción de sus contenidos en las plataformas digitales, pero lo hizo obligándolas a canalizar el pago a través de entidades de gestión de derechos;es decir, prohibiendo los acuerdos individuales.
Esta política hizo que Google decidiera cerrar su portal Google News en España, “debido a la legislación española”. Según Reuters, Google solo volverá a España cuando se reforme la legislación “si los grupos de noticias tienen derecho a firmar acuerdos individuales”.
Bruselas ve con buenos ojos la vía francesa, consistente en firmar acuerdos entre las plataformas y editores, y prefiere no aumentar el número de los litigios en la UE.