Los eurodiputados consideran que la lista negra, creada en 2017, ha tenido un “impacto positivo”, aunque consideran que no es eficaz y debería modificarse. Su opinión se basa en que los países y territorios que en ella figuran representan menos del 2 % de las pérdidas de ingresos fiscales mundiales. Así lo señalan en una resolución aprobada con 587 votos a favor, 50 en contra y 46 abstenciones.
El texto aprobado propone modificaciones en el protocolo de añadir o suprimir nombres de la lista, con el objetivo de que sea más transparente, coherente e imparcial. La Cámara también considera que los propios Estados miembros de la UE deberían ser controlados en base a los mismos criterios y ser considerados paraísos fiscales si su política tributaria así lo indica.
Impuesto de sociedades al 0%, inclusión automática
Los criterios para juzgar si un sistema fiscal es justo deberían ampliarse, según los eurodiputados. Como ejemplo, el caso de Islas Caimán, país retirado de la lista pese a aplicar un tipo impositivo del 0 %. La resolución subraya que la aplicación de un tipo 0 en el impuesto sobre sociedades o la ausencia total de gravamen sobre los beneficios empresariales debería conllevar la inclusión automática en la lista.
Exigencias para salir de la lista
Los posibles cambios cosméticos en el sistema tributario no deberían ser suficientes para que un país fuera sacado de la lista negra, como ha sucedido en los casos de Islas Caimán y Bermuda, eliminadas tras adoptar modificaciones de escaso calado y con meros compromisos sobre su aplicación.
Justicia y transparencia
Todos los países deberían ser sometidos al mismo nivel de escrutinio, aplicando los mismos criterios, dicen los eurodiputados, que critican la falta de transparencia al elaborar y actualizar la lista. También piden formalizar el procedimiento, mediante un instrumento jurídicamente vinculante antes del fin de 2021, y ponen en duda que un órgano informal como el grupo “Código de Conducta” sea el más adecuado para actualizar el listado.