España se incorpora al desarrollo del futuro caza europeo del siglo XXI. La ministra de Defensa ha firmado la incorporación de Madrid como tercer socio al proyecto que, hasta ahora, lideraban París y Berlín. El Sistema de Armas de Nueva Generación (NGWS por sus siglas en inglés) pretende reemplazar las actuales flotas de aviones de combate europeos para 2040.
El objetivo principal es diseñar y fabricar un caza de combate tripulado que sea capaz de sustituir a los modelos más nuevos que se encuentran actualmente operativos en las fuerzas aéreas de los países socios del programa (Dassault Rafale y Eurofighter Typhoon).
Además del NGWS, existe otro proyecto para desarrollar el eurocaza de los próximos años. Se trata del británico Tempest, al que se han sumado Holanda e Italia. No obstante, el Gobierno español está convencido de que ambos programas acabarán fusionándose, dada la ingente inversión que requiere su desarrollo.
Resulta un paso decisivo para la industria aeronáutica y electrónica española, que se posicionan a la vanguardia de la innovación. Ser uno de los socios permite a España tener acceso a los datos y proveer “nuestras capacidades industriales”, en palabras del general León Antonio Machés, de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).
Se trata del gran proyecto de la industria militar europea. Según fuentes del Ministerio francés de Defensa, la entrada de España “materializa la voluntad de tener una base industrial en Europa capaz de afrontar el desafío de las industrias china, rusa y americana”.
El acuerdo une a los tres países de forma “irreversible” al menos durante una década, ya que compromete un estudio de viabilidad durante los próximos dos años y una hoja de ruta hasta 2030. A pesar de no saber todavía la cantidad exacta que aportará, la ministra en funciones ha dejado claro que “España va a participar en el 33% de los proyectos tecnológicos, al igual que sus socios”.
El NGWS está concebido como un avión de combate con piloto desarrollado para operar con un enjambre de drones que harán de plataformas de armamento y sensores avanzados. Se integra en el Sistema de Combate Aéreo Futuro (FCAS por sus siglas en inglés) que Airbus Defence & Space y Dassault Aviation, las empresas que lideran el proyecto, definen como como un “sistema de sistemas” que estará conectado con diferentes plataformas y aviones no tripulados.
Mediante satélites, una nube de combate y otros sistemas de comunicaciones, se conectará el futuro caza con otras aeronaves, como aviones de transporte, otros aviones militares, como el nuevo dron o avión no tripulado europeo (MALE, en el que España participa con un 23%), buques, plataformas terrestres o misiles de crucero. El programa prevé contar con las nuevas tecnologías de «big data» e inteligencia artificial.
El Ministerio español califica el programa NGWS/FCAS como “una oportunidad única para garantizar las capacidades de las Fuerzas Armadas, impulsar la política europea de seguridad y defensa, y desarrollar capacidades industriales y tecnológicas de la Base Industrial Europea, que dotarán a España y a Europa de la cada vez más necesaria soberanía e independencia”.
El posicionamiento de la industria nacional en el programa desde el principio permitirá a España, no sólo ser relevante en todo el ciclo de vida del nuevo avión, sino también poder adquirir tecnologías de indudable utilidad para otros muchos sectores industriales nacionales, ya que en la mayoría de los casos se desarrollarán tecnologías de carácter dual.