Los primeros datos oficiales de enero de 2021 confirman un desplome histórico del 39% en el comercio entre España y Reino Unido. El final del periodo transitorio del Brexit, el pasado 31 de diciembre, ha supuesto un abrupto descenso de las relaciones comerciales entre ambos países, sobre todo por la aparición de nuevas barreras, como los trámites y gestiones que se deben realizar para el comercio de mercancías con Reino Unido.
Aunque no haya tarifas arancelarias, el incremento del papeleo burocrático supone ralentizar las operaciones comerciales y, como consecuencia, que haya una disminución del tráfico comercial entre España y Reino Unido.
De hecho, el Gobierno británico anunció también que las exportaciones de Reino Unido a la UE bajaron un 41%, mientras que en dirección contraria lo hicieron un 29%.
En el caso español, según datos del ICEX, los intercambios comerciales del mes de enero se sitúan en 1.487 millones de euros, una cifra muy inferior a la que se acostumbraba cuando Reino Unido formaba parte de la UE.
Las empresas británicas han sido las más perjudicadas, ya que sus ventas a España cayeron un 68%, situándose en 299 millones. Mientras que las exportaciones españolas cayeron un 21%, hasta los 1.188 millones. De este modo, la balanza comercial para España está en superávit, con cerca de 900 millones de euros en positivo, todo un récord.
Entre las razones de este desequilibrio, encontramos que la UE ha instaurado controles exhaustivos a todos los productos británicos, mientras que Reino Unido lo hace de forma gradual para evitar el desabastecimiento.
Los analistas consideran que los malos datos de comercio entre España y Reino Unido serán temporales, ya que hay que dar un margen de adaptación a las empresas para dominar los nuevos trámites exigidos.